Holden regresó anoche, y adivina qué: volvieron a expulsarlo. Hablamos un rato sobre esto. Ya no soporto escucharlo. Siempre poniéndose en el papel de víctima, y todo le molesta. No puedo creer que le de tanta importancia a lo que hacen los demás. ¡¿Por qué le preocupa tanto?! Además, parece que no hay nada que le guste hacer. Siempre está pensando en el lado malo de las cosas. Es como si siempre tuviera miedo. Es mi hermano, lo sé, y lo quiero, pero hay veces que realmente me molesta. Es que no lo entiendo. Si yo fuera así, no podría resistirlo. Yo no soy así. Degusta hacer muchas cosas. Me gusta jugar, bailar, leer, escribir. Y no le ando buscando defectos a la gente. No soy como él. A lo mejor sea cosa de mayores. Quizás irse de casa, y tener que asistir a esos colegios a kilómetros de aquí, termine por volver loco a todo el mundo. Conocer gente nueva, que te molesten los profesores, estar siempre pendiente de que no te expulsen. Puede ser que tenga razón, esas cosas parecen bastante molestas. ¡NO! ¡Pero que estoy diciendo! No hay razón para que sea tan malhumorado. Ojala no me convierta en él cuando crezca. Para eso, prefiero ser una niña por siempre.
martes, 24 de junio de 2008
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